Se trata de una casa silenciosa, donde los protagonistas son los árboles eucaliptus. Algunos traspasan cubiertas, otros rodean patios, la mayoría forma el bosque que la aloja.
La “casa entre árboles” es una casa de fin de semana para una familia amante de la pesca y las actividades al aire libre. Está ubicada en un barrio cerrado de pequeña escala sobre las márgenes del Río Paraná. Se trata de un terreno muy particular debido a la presencia numerosa de árboles eucaliptus de gran altura, con troncos muy rectos y pocas ramificaciones, producto de viejas plantaciones para la producción maderera. De aquí surge la principal premisa del proyecto, identificar los espacios libres para acomodar la casa entre los árboles: su forma como resultante de los espacios vacantes de árboles. En cuanto a la elección del hormigón visto como material y sistema constructivo utilizado, primó la condición de bajo mantenimiento de casa de fin de semana y la siempre latente posibilidad de caída puntual de un árbol, muy característico de esta especie. En cuanto a la distribución, se organizaron los espacios más públicos de la casa en estrecha relación con los árboles. Las grandes superficies vidriadas son en dos direcciones, a nivel del espacio para la mirada directa de los troncos, y a nivel superior, mediante el quiebre de la losa, a través de un lucernario longitudinal para buscar las visuales de las copas de los árboles. Los espacios de la casa no son pensados en abstracto, la percepción espacial está determinada por las cualidades del entorno: luces y sombras, colores, sonidos, texturas y olores.